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viernes, 29 de diciembre de 2017

Inspiración

Cuando yo era pequeña mi madre me cosía la ropa: vestidos, blusas, alguna bolsa... hasta que llegué a la adolescencia y prefería "comprar" a que me mi madre me "hiciera". Ella misma se ha cosido toda la vida buena parte de su ropa. Ella ha sido una costurera autodidacta, desde joven y a pesar de su falta de dinero, se las ingenió para aprender a coser. Después, continuó haciéndolo con ayuda de la siemprepresente revista Burda. 



Mi madre también borda, hace punto de cruz, ganchillo y punto y durante muchos años, ayudó a la economía familiar cosiendo forros a abrigos en una pequeña empresa que había en Santurtzi. De ella he aprendido la base de todo lo que sé.

A la costura he tardado en llegar. Apenas hace unos cuatro o cinco años que decidí aprender a usar la máquina de coser que toda la vida ha estado en la cocina de mis padres. 

Y como estamos en la época actual, la búsqueda en internet se convirtió en mi "pierdetiempo" más útil, visitando blogs y páginas que enseñaban técnicas, ofrecían consejos, planteaban puntos básicos para aprender a coser.  También me he comprado algunos libros de estos que te ofrecen listados con "todo lo que necesitas para ponerte a coser" y pequeños modelos para ir quitando el miedo. Compro revistas. Antes todas eran de hacer punto o ganchillo, ahora de costura. La que más me gusta es Patrones, tiene modelos actuales, tallas normales en las que no hay que andar metiendo y arreglando demasiado, y un estilo que va bastante con lo que me gusta. 



El Burda de toda la vida (un día alguien comentó por qué es "el" Burda, en masculino... ja ja... no lo sé, pero en mi casa siempre ha sido así) repite muchos modelos, tiene ropa un tanto estrafalaria para mi gusto y, en general, tallan gigante para mi. 



También he probado la famosa Ottobre, la biblia entre las bloggers de costura. A su favor tiene que los modelos y las modelos que salen en ella, son muy normales, una se puede sentir fácilmente identificada. En su contra, es más cara que las otras, las presentaciones de sus modelos suelen ser tan sosas que hasta que no ves las prendas en los blogs no le encuentras el atractivo, usan mucha tela de punto con la que yo aún no me lanzo y las finlandesas (lugar de origen de la revista) deben ser gigantescas porque tallan enorme.



Otra de las fuentes de  inspiración y conocimiento son, evidentemente, los blogs.... hay muchísimos, claro, pero muchos son un poco como este, un modo de compartir esta afición, mejor o peor hechos, escritos y documentados. Los muy buenos, esos ya escasean... Algunos de mis preferidos: Diario de Naii, prendas perfectamente cosidas, algún que otro patrón gratuito y muchas reflexiones costuril-vivenciales con miga; Cose con Momita, presenta muchas prendas con todo detalle de realización y ahora, desde el grupo de facebook, también organiza Cose conmigo fáciles de seguir y hacer;  La Dalia azul, una chica creo que sevillana que explica muy bien las prendas que hace, con mucho detalle y con unos repasos muy divertidos a las revistas de costura; Oh, mother mine, es el blog de patrones gratuitos por excelencia, un montón de patrones de mujer, niños y complementos, muy modernillos y explicados en blog y video; Chita Lou, consejos básicos para empezar a coser, pequeñas piezas como los neceseres, un grupo de seguidoras en facebook que aunque cerró su grupo se organizaron en otro similar con muy buenas ideas; La pequeña aprendiz, cose muy bien, da muchos detalles bien explicados, hace Cose Conmigo muy muy claros y tiene una colección de vestidos que me encantan; El baúl de las costureras, toda una biblia de técnicas de costura; Betsy, está parado desde hace unos meses pero en las entradas que tiene, que no son muchas, se explican muy bien técnicas y prendas... Hay muchos más, claro y para descubrirlos lo mejor es pasear por los recopilatorios, antes por el Rums y desde que este se cerró, por el Mimi de Malas Costureras. Allí hay costuras compartidas, prendas hechas en varias versiones, patrones gratuitos, CC que son los Cose Conmigo, una invitación a hacer la misma prenda con una persona de guía que explica paso a paso como hacerla (aunque no se vaya a hacer, se aprende mucho viéndolos),...

Y aparte de todo esto, están mis clases de costura. Empiezo ahora el tercer año, dos días a la semana, en los locales de la Asociación de Vecinos del barrio. Somos un grupo de mujeres de edades variadas, unas cosen para ellas, otras para los nietos, otras para su casa... Nos dirige Miren con mano firme. Si algo está torcido, se descose. Se pasan hilos, se prueba, se corrige... aprendemos a coser con fundamento, incluido hacer patrones con nuestras medidas y adaptar los de las revistas. Y además, nos reímos, charlamos, hacemos comidas, cenas y nos pasamos un buen rato, dentro y fuera de las clases.

Y este es, de momento, mi historia costurera.

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