Buscar este blog

martes, 27 de marzo de 2018

Camisa de cuadros


Recién sacada del horno, ayer mismo terminaba de coser los botones de esta camisa. Es un modelo de la revista Patrones, que es la que más me gusta y de la que más modelos saco para hacerme. Esta es un modelo de la revista del otoño de 2016. 




No tiene mucha complicación: cuello de cinturilla, un pequeño puño, una tapeta en el hombro y lo más complicado ha sido la botonadura escondida y, sobretodo, casar los cuadros ha sido un poco locura, para mi profesora de costura, que ha cortado las piezas y para mi, para coserlas sin que se me fueran... El cuello se lo hemos remarcado un poco, para que quedase más abierto, más separado.





La tela es fina pero con cuerpo, muy agradable. La compré en una tienda de Portugalete llamada Telas y retales (muy descriptiva) que tienen telas al metro y retales encima de una mesa, donde puedes toquetear y sacar y mirar, que es lo que a mi me gusta. Luego te los cobran al peso y suelen salir bastante bien de precio.

La camisa ya digo que es relativamente sencilla de hacer y la tela colaboraba. Eso sí, cuando leo las explicaciones agradezco tener a una persona que me lo explica, es mucho más sencillo.

Me da que me la voy a poner mucho... ayer terminada y hoy ya estaba estrenada... Y con esta entrada, participo un miércoles más, en el Mimi de Malas Costureras (que se va haciendo costumbre :D )

miércoles, 21 de marzo de 2018

Chaqueta Travel Light

Miércoles de nuevo, miércoles de Mimi (la cita me obliga a publicar, lo que está muy bien). Mi prenda de hoy tiene poco de costura... de hecho, podía no haber tenido nada, pero al final tuvo un poquito. Es la chaqueta Travel Light, de Suvi Simola, que compré en una oferta de la que me avisaron mis cómplices del grupo de Tejedoras. 


Me encantan estas chaquetas grandotas y gordas (ver la Aidez) y esta me entró por los ojos enseguida... Aunque tengó dos bolsas grandes llenas de lana, ninguna se ajustaba a lo que quería que no era otra cosa que una copia del modelo de Simola. 


Así que me fui a Lanas Gordobil, una tienda de lanas al peso de Bilbao, de las pocas por no decir la única de este estilo, al peso, que queda por aquí que yo sepa. Cogí una lana negra normalita y una gris como con jaspeado que me gustó mucho y que aunque era un poco más gorda de lo que pedía el patrón, como es amplia la chaqueta, tampoco importaba mucho que no se ajustara a las medidas exactamente.


El patrón está en inglés, así que lo primero fue traducirlo (gracias a Marga, al google translator y a varias páginas que tienen diccionarios inglés-castellano de punto, esta, esta o esta otra ...). Esta chaqueta es la muestra de que a veces es más complicada la explicación de la prenda que la realización. Me parecía complicada y nada de eso, es muuuuuy fácil, una vez que entendí como era la estructura. Básicamente se hace la parte de arriba, la de los hombros y un trocito de espalda. Se retoman los puntos y se hace el cuerpo, todo a la vez. Y por el agujero que queda, se sacan las mangas. 


Aquí cambié el método. se supone que se hacía con la aguja circular, sin costuras, pero como mi aguja era bastante larga y las mangas son relativamente estrechas, tardaba mucho en ir sacando el cable, el magic loop famoso. Además, las tejí y me quedaron muy anchas. Así que tiré del hilo y las hice en abierto, con las agujas de toda la vida, las largas, que yo, personalmente, voy más rápida. Me han quedado pelín cortas, ya no tenía lana y por no ir a por unos gramos, la he dejado así. Espero que estire.


Por la forma en la que está hecha, al contrario de lo que suele suceder, los elásticos se hacen al final, para cerrar las prendas. Y para que quede bonito hay que hacer el cerrado tubular. Hay mil y un videos para hacerlo, pero la verdad que me costó y me volví un poco loca. Al final seguí este video, haciéndolo casi a la vez que la imagen.

Y eso es todo. He tardado, como siempre, por que otras labores y eventos varios se metieron por medio. Pero bueno, terminada está a la espera del estreno. ¡Espero que os guste!!



miércoles, 14 de marzo de 2018

En orden... y bonito

La entrada de hoy no va de ropa, pero si de coser...o al menos, de mantener las cosas de costura en un orden y que además, sea agradable a la vista.

Desde que empecé a  coser, además de acumular telas, se me juntaron un montón de revistas y patrones en papel. Tenía que encontrar la forma de ordenarlos. Lo primero que hice fue desocupar unas baldas de mi habitación, que teníamos repletas de cds. Somos un poco diógenes en esta casa y la música nos inundaba cuando lo cierto es que no somos de ponernos mucha en casa. Pero ahí teníamos discos y discos de música que nos gustaba, pero, sobretodo, discos y discos de música que nos habían dado y que ni fú ni fá, pero ahí estaban. Así que hice un sinpiedad, tiré un montón, dí otros cuantos, quité cajas y los cds se fueron al trastero (en muchos casos me cuesta tirar y el paso previo es el confinamiento en el trastero...) y despejé sitio. 



Para las revistas compré unas cajas. Y para los patrones en papel, que me gusta guardarlos porsiaca, tenía unos archivadores de oficina donde los guardaba metidos en fundas. Compré un papel bonito, como de embalar con estrellas fosforitos y se lo puse en el frente (el papel es precioso pero muy caro para usarlo en todo el archivador) y el resto, ya que pegaba, con papel de embalar, que además es resistente. Una tarde de papel, tijeras y pegamento y listos.



Otra de las piezas clave de la costurera es el hilo. Yo tengo un montón de bobinas heredadas (robadas) de mi madre. Ella cosía en casa, ponía a mano forros a abrigos de una pequeña fábrica que había aquí y antes había cosido delantales. Tenía un montón de hilos Gutterman de colores variados y quería tenerlos un poco ordenados. En el trastero tenía un archivador de fichas de teléfonos de los de antes y pensé que me podía servir. Lo forré con u papel bonito, lo pinté por dentro, le hice separaciones con cartón y papel y ahí tengo mi colección de hilos, protegidos del polvo y separados por colores.







Y hasta aquí mis tuneos de útiles de costura, que también son necesarios. Con ellos participo en el Mimi de Malas Costureras de hoy.

domingo, 11 de marzo de 2018

Toquillas


Hace unos días entregué a su destinataria la segunda toquilla que le hemos hecho. El hemos es porque una la he hecho yo y la otra mi madre. Una toquilla para que luzca bien guapa y abrigada el traje de cashera que le acababan de comprar en casa.

Como yo no tengo niña cercana (mis sobrinas ya son mayores) y yo no soy mucho de vestirme a la manera tradicional (solo de arrantzale en las fiestas del pueblo), nunca había hecho ninguna toquilla de este tipo. Pero bueno, no es más que un chal destinado a una ropa concreta. Así que busqué modelos, miré en Ravelry, ojeé lo que yo tenía guardado...y no daba con nada que me hiciera tilín. Había pedido una toquilla a una conocida para ver más o menos el tamaño y con su envío me vino la solución. 



Me dejó esta de la fotografía, que había hecho su suegra cuando su hija era más pequeña,y me encantó. Su suegra hacía mucho punto y muchas cosas para la nieta, eso lo sabía, y la toquilla estaba perfectamente tejida, en punto bobo con unas hojas y el borde en ganchillo. 


La cogí como ejemplo, me busqué unas hojas similares y para la forma utilicé el chal Multnomah, un clásico para principiantes con aspiraciones, que hice hace ya varios años. 


La lana la compré en una de las mercerías del pueblo. Tras dudar sobre el color, elegí un rosa palo de Valeria di Roma y aunque en la tienda me recomendaron hacerla de solo una hebra, la hice de dos.


Por una parte, para que quedase más gordita y abrigase más. Y por otra, porque el tiempo apremiaba, tenía que estar para la feria de Santo Tomás, el 21 de Diciembre y tenía poco tiempo por delante para hacerla y enviarla. Así que aguja gorda y doble hebra.

Mi gatillo tiene que ser prota sí o sí... qué tío...
La segunda toquilla se la hizo mi madre. Con una lana marrón, para cambiar de tono pero que siguiera combinando, buscamos un patrón facilito. Mi madre ha hecho siempre labores y era de las que sacaba un punto endiablado solo con verlo. Pero ya va teniendo sus años y no tiene ganas de romperse la cabeza, así que fuimos a lo fácil, que quedase una toquilla bonita pero sin complicaciones a la hora de hacerla. 



Así que optamos por un medio granny, el típico de puntos altos y huecos de los cojines de cocina de toda la vida. En concreto seguimos este, pero hay muchos en la red. Este es el resultado:


Y esta es nuestra historia con las toquillas para el traje de aldeana de Maitane.

miércoles, 7 de marzo de 2018

¡Por fin tengo alfombra! ( y tacho una tela del reto)

Año tras año me he hecho la misma propuesta: "tengo que comprar una alfombra para los pies de la cama"... pero ha ido pasando el tiempo y no me decidía o no me gustaba lo que veía... 

Cuando llegó la fiebre del trapillo, pensé hacerla con este material... Y hasta comencé una... pero no me gustó demasiado y no llegué a terminarla. Pensé en hacerla con lana normal y una tela debajo... 



Miré y revisé patrones y no conseguí materializar mis ideas. Cuando me volqué en coser más en serio, hice una alfombra para la habitación de mi hijo, un patchwork así un poco a la tremenda, con trozos de vaqueros. 




Me gustó como quedó y empecé a hacer una similar para mi habitación... pero se quedó a medias. 

Así hasta que vi la loneta de baldosas hidráúlicas de Cal Joan. ¡Me enamoró al instante! Metí la tela entra las doce del reto de 12 meses, 12 telas porque aunque sabía que me gustaba y que la utilizaría para mi  alfombra, temía que me pasase como con las anteriores intentonas... que se le pusieran delante mil y un proyectos y me quedase, un invierno más, sin alfombra calentita en los pies. 

Pero no, esta vez he sido disciplinada y lo he hecho. Sin mucho misterio. He metido una tela gordita en medio y una loneta en la parte de abajo para taparla. Unos cosidos entre los dibujos de las losetas para unir todas las capas y chimpún. 






Aún me falta ponerle una capa del tejido antideslizante para alfombras, porque bonita ha quedado, pero resbala en el suelo y eso no puede ser...  Y así, por fin tengo alfombra y además tacho mi primera tela del reto 12 meses, 12 telas.

Corrección, no es la primera, si no la segunda. Puse mi joyero de viaje y no me percaté de que era la primera tela que tenía del reto... así que ya están dos tachadas.





Y con alfombra nueva, me apunto, al filo de la medianoche, al Mimi de Malas Costureras de esta semana... ¡¡¡por los pelos pero llego!!!